viernes, 22 de febrero de 2013
MI LOTTA
Mi mejor amiga, mi perrita Lotta, murió con 11 años y 8 meses.
Desde aquí quiero hacerle un pequeño homenaje al que, para mi, ha sido el mejor perro del mundo y con el que he tenido el honor de compartir los últimos casi doce años de mi vida. Era mi “osito panda”.
Aprovecho también para rendir homenaje a mi perrita Bruna, que falleció hace 3 años, y a todos mis otros perros que, afortunadamente, siguen todavía alegrándome el día a día.
Bruna sólo compartió 2 años con nosotros. La adoptamos con 9 meses porque la querían sacrificar. Jamás he visto tanto agradecimiento como el día que la recogimos, saltaba como loca y nos lamía.
Desde ese día se convirtió en nuestra mayor protectora hasta el extremo que nadie podía acercarse a menos de dos metros.
Era el mejor perro guardián que he visto nunca y cuidaba tanto de nosotros como de la casa.
Había sido abandonada dos veces y tenía problemas de conducta, pero conmigo era la más cariñosa del mundo.
Por desgracia, su destino parecía escrito porque 2 años después murió en un accidente que prefiero no recordar y que me ha dejado marcado de por vida. Nunca olvidaré aquel fatídico día.